Cuando se trata de fusionar el espectáculo con la alta costura, pocos lo hacen con el encanto y la audacia de Ariana Grande. En la MET Gala 2024, la cantante no solo deslumbró en la alfombra, sino que también redefinió el glamour en el after party con un vestido de ensueño de Maison Margiela, diseñado por el visionario John Galliano.

En el after party, Ariana Grande deslumbró a todos con un cambio dramático, al elegir un vestido de Margiela en tonos de verde esmeralda, parte de la colección Primavera-Verano 2024. Este diseño presentaba una silueta fluida con pliegues suaves que caían en cascada, complementada por un corsé ajustado que realzaba su figura, creando un contraste visual y simbólico con su look anterior. La delicada paleta de colores, que evolucionaba desde rosas suaves hasta turquesas y verdes, marcaba una transformación enigmática, resonando con la vibrante energía de la noche y alineándose perfectamente con la temática de la gala.

En cuanto a su beauty look, Ariana optó por mantener la coherencia con su estilo etéreo inicial. Su piel lucía resplandeciente, con suaves toques de rosa cortesía de la línea de belleza R.E.M., que añadían un brillo sutil pero impactante. Los puntos culminantes fueron las pequeñas aplicaciones de «mariposas» cerca de los ojos, que se complementaban con un maquillaje luminoso que destacaba sus rasgos con delicadeza.