Los fans de Bad Bunny acaban de recibir una nueva noticia, y es que, se demostró que la música del artista activa una explosión de neurotransmisores en el cerebro, según un innovador estudio del Colegio de Químicos de Puerto Rico, dónde un equipo de investigadores probó que los ritmos del “Conejo Malo” disparan una serie de químicos durante sus presentaciones en vivo, generando sensaciones de placer, bienestar, euforia y una profunda conexión social.
María Santiago Reyes, expresidenta del Colegio de Químicos de Puerto Rico, lo resume claramente: “La gente no solo baila, también se conecta bioquímicamente”. En este sentido, menciona que el reggaetón del boricua libera dopamina, serotonina y oxitocina.
Sin embargo, el análisis no se queda en lo cerebral, debido a que esta investigación también busca usar este fenómeno cultural como palanca para impulsar discusiones sobre sostenibilidad, salud mental colectiva y transición energética. Los analistas igualmente han advertido sobre la huella ambiental de los mega eventos, por la gran generación de residuos, emisiones de carbono y alto consumo energético. Para contrarrestarlo, promueven el uso de energía solar, baterías de litio, movilidad responsable y reciclaje activo.