Parece que Shakira le tomó tanto cariño a México, que ya no quiere soltarlo. Y nosotras tampoco a ella, porque cuando una diosa del pop decide regresar con todo y Pitbull, lo único que se puede hacer es arreglarse como para el Grammy y correr al estadio más cercano.

Después de romperla como solo ella sabe en el Estadio GNP Seguros con once shows seguidos (¡sí, once!), la diva colombiana acaba de soltar el bombazo: en agosto vuelve con cuatro fechas más, y no viene sola. La acompaña el mismísimo Mr. Worldwide, Pitbull, con quien ya nos había puesto a sudar con ese clásico de antro llamado Rabiosa.

Cuatro fechas, cuatro ciudades, dos leyendas del pop latino… y una sola oportunidad de vivirlo en carne y cadera.

Porque si algo sabe hacer Pitbull, además de gritar «¡Dale!», es prender al público como si estuviera en pleno carnaval de Miami. Y Shakira, bueno… ella ni necesita presentación. Su gira es un grito de empoderamiento, glitter y faldas que vuelan con ritmo tribal.