Alejandro Sanz se ha habituado a ofrecernos reflexiones de gran profundidad y sinceridad en sus redes sociales. Twitter -o X, como se llama ahora- se ha convertido en el mejor tablón de notas en el que ir compartiendo esos secretos de su alma. Porque una de las voces más importantes de la mejor variedad musical que escuchas en CADENA 100 ha elegido esa vía para irnos explicando algunos de sus miedos e inseguridades; también de lo que es motivo de alegría y celebración. Y el último de los mensajes con los que tropezamos en la referida red social, es una especie de mezcla entre ambas cosas.

Porque Alejandro reconoce que tiene momentos en los que le es complicado seguir adelante, pero, a la vez, que tiene el bálsamo que todo lo cura para que el camino no se desdibuje delante de sus ojos. En resumen, lo que viene a decirnos es que esa pasión que ha convertido en profesión se ha convertido en el clavo ardiendo al que agarrarse cuando se le nubla el horizonte. Vamos, que la música ha sido, desde hace décadas, un salvavidas seguro para él.

«El día que decidí hacer música, sin saberlo, salvé mi vida. El compromiso fue en realidad un recurso para salir adelante. Cada vez que hago una canción nueva, una cadena se rompe y un cielo se abre. Gracias a su majestad, la música. Qué sería de mí sin ti», son las bonitas palabras que le dedica a esa música que forma parte de la banda sonora de esta emisora desde sus inicios.