Diez de enero de 2022. En una notaría de Martorell, dos jóvenes ilusionados se cogen de la mano mientras la notaria comprueba que la transacción es correcta. Son Raúl Alejandro Ocasio Ruiz, natural de Puerto Rico, que ese día cumple 29 años, y su novia, Rosalía Vila, nacida en Sant Esteve Sesrovires. Van a comprar una casa en Manresa para tenerla como sede cuando estén en España, porque ambos son artistas y viajan por todo el mundo.
Él lleva machacando meses con su sencillo ‘Todo de ti’, no ha parado de dar conciertos por todo el mundo y de agotar entradas. Ella está a punto de lanzar ‘Motomami’, el proyecto musical que la colocará definitivamente en la constelación de las estrellas internacionales. Aunque ese día son solo Raúl y Rosi, una pareja que lleva saliendo desde 2020.
Aquel día, Rauw Alejandro, como se le conoce profesionalmente, adquirió el 100% de una casa muy especial que había salido a la venta en otoño de 2021 en la comarca del Bages. Las inmobiliarias anunciaban un precio entre 1,8 y 2,2 millones de euros, aunque el coste final fue algo menor. Además de las 30 hectáreas en plena naturaleza y con vistas a la montaña de Montserrat, la casa contaba con un alto valor histórico y arquitectónico y se encontraba dentro del Plan Especial de Protección del Patrimonio de la ciudad.
Diseñada por el arquitecto Ignasi Oms i Ponsa, figura del movimiento modernista catalán entre finales del siglo XIX y principios del XX, la gran mansión que compró el artista puertorriqueño está considerada una joya del novecentismo. El complejo, de 3.815 m², incluye una casa modernista de tres cuerpos en forma de U y otras 4 viviendas completas más, así como una zona de cuadras.
Según publicó ‘La Vanguardia’, los dueños originales querían venderla a alguien que pusiera en marcha allí un negocio hotelero o de turismo rural. Pero Rosalía, que llevaba tiempo buscando casa por la zona, como desvelamos en Vanitatis, se encariñó de ella y se la enseñó a Rauw Alejandro, quien la compró para los dos. El interior estaba parcialmente reformado, con ocho suites completas, una cocina moderna, dos salones, chimeneas de época y una gran bodega. La pareja compartió en varias ocasiones imágenes juntos en el jardín haciendo un pícnic o disfrutando de las preciosas vistas.