El sábado, Bruno Mars iba a convertirse en el tercer artista estadounidense en realizar dos conciertos sold-out en el parque HaYarkon con capacidad para 70.000 personas en Tel Aviv, Israel, después de Madonna en 2009 y Michael Jackson en 1993.

Con dos cantantes locales como teloneros, dio el miércoles su primer show allí, que en total duró casi cuatro horas. Ambos conciertos fueron promovidos por Bluestone Group, propiedad de Live Nation Israel.

“¡Yo digo Tel Aviv!”, Mars gritó a la audiencia. “Los Hooligans llegaron a Israel. Muchas gracias a todos por venir”, dijo a sus fans después de abrir el espectáculo con su exitosa canción de 2016, “24k Magic”.

Se suponía que el show de Mars del sábado sería la penúltima fecha de una breve gira mundial que pasó antes por Tbilisi, Georgia, el 1 de octubre, y se dirigía a Doha, Qatar, para un concierto el 8 de octubre que le seguiría al Gran Premio de Qatar de la Fórmula Uno.

Sin embargo, a primeras horas del sábado comenzaron a circular informes sobre un ataque terrorista coordinado liderado por Hamás que intensificaría el actual conflicto palestino-israelí. Más tarde ese mismo día, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, apareció en televisión y declaró que su país estaba ahora “en guerra” con Hamás. Por la tarde, Live Nation Israel emitió un comunicado informando que el concierto había sido cancelado. (Al día siguiente, Mars también canceló su concierto previsto en Doha).

“Todos los boletos adquiridos para el espectáculo será automáticamente reembolsados a la tarjeta de crédito con la cual se realizó la compra”, decía un comunicado que Bluestone Group publicó en internet.

Proteger el lugar, ubicado dentro del parque Yarkon de una milla y media cuadrada en Tel Aviv, a lo largo de las orillas del río Yarkon, durante los combates activos representaría un riesgo innecesario para los asistentes al concierto, dijo una fuente a Billboard, señalando que la decisión de cancelar se tomó unas horas después de que comenzaran los ataques esa mañana. A las 2 de la tarde, Bruno Mars y su equipo de 60 personas estaban en el aeropuerto Ben Gurion, donde abordaron un vuelo a Atenas.

Desde Atenas, se suponía que Mars viajaría a Doha para su actuación, pero, según se informa, no pudo empacar y transportar su equipo de producción fuera de Israel a tiempo para esa actuación. El domingo, horas antes de la fecha prevista para subir al escenario en Doha, el Circuito Internacional de Lusail anunció en Instagram que Mars no actuaría y que el productor y artista francés DJ Snake ocuparía su lugar.

La cancelación del concierto de Mars representa un revés simbólico para el negocio de las giras de Israel. Durante más de una década, los artistas que anunciaban planes para actuar en el país enfrentaron duras críticas públicas de activistas y artistas como Roger Waters y Brian Eno, quienes instaron a los músicos a boicotear el país por lo que describen como un trato injusto hacia los palestinos.