Ariana Grande, de 30 años, y Dalton Gómez, de 27, comienzan definitivamente una nueva etapa en sus vidas. La cantante y actriz, y su todavía marido, han iniciado después de meses separados, los trámites para divorciarse. El procedimiento legal llega tras unas semanas en las que ambos han trabajado todos los detalles del acuerdo en privado y siempre con voluntad de entendimiento, tal como ha adelantado la revista People. Laura Wasser, la abogada que reina en los divorcios en Hollywood, ha solicitado el divorcio por parte de la cantante alegando “diferencias irreconciliables”. Por su parte, el agente inmobiliario ha seguido los mismos pasos casi de forma simultánea.

La noticia oficial de divorcio se ha producido dos meses después de la noticia de separación, porque Grande y Gómez estaban “tomándose su tiempo juntos para trabajar lentamente en los detalles del acuerdo en privado”.

Una fuente cercana a la cantante ha confirmado a People que la relación entre la expareja estos meses ha sido de mutuo acuerdo: “Han sido muy afectuosos y respetuosos unos con otros en cada paso de este proceso”. Algo a lo que probablemente haya contribuido que, según Page Six, tuviesen firmado un acuerdo prenupcial. Tal como TMZ adelantó, lo que ahora se ha sabido al presentar los papeles del divorcio es que la pareja lleva separada desde el pasado 20 de febrero, aunque no fuese pública su ruptura hasta julio. La fuente ha explicado a People que el matrimonio dejó de funcionar una vez la ganadora del Grammy se trasladó a Londres a rodar Wicked, el éxito musical que arrasó en los teatros de Broadway que se traspasa ahora a la gran pantalla, y que la distancia causó sus estragos. “Ariana no tiene más que palabras amables que decir sobre Dalton. Durante su matrimonio, él era su fan número uno”, agregó la fuente que ha preferido mantener su anonimato.