La cantante estadounidense Taylor Swift recompró los derechos de sus primeros seis álbumes, poniendo fin a una larga batalla por la propiedad de su música.

«Toda la música que he creado ahora me pertenece», declaró la estrella al anunciar la noticia en su sitio web oficial, junto con una extensa carta escrita a mano en la que reflexionó y celebró este hito en su carrera como algo que le había parecido, durante mucho tiempo, inimaginable.

En la industria musical, el propietario de una grabación maestra controla cómo se distribuye y licencia. El artista sigue recibiendo regalías, pero controlar las grabaciones maestras le ofrece protección sobre cómo se usará la obra en el futuro.